En la búsqueda de señales de vida inteligente en nuestro Universo siempre cabe la pregunta, ¿estamos al tanto de todas las posibles señales que nos pudieran estar enviando? El telescopio de Arecibo y el proyecto SETI llevan años recibiendo y analizando señales con la esperanza de distinguir algún mensaje inteligente en medio de la ruidosa radiación de fondo del Universo. Sin embargo hasta este momento no han recibido nada. Y puede que siga así ad infinitum. Pero eso no tiene porqué significar que estamos solos. Otra posibilidad es que no estemos mirando en los lugares adecuados.
El profesor John Learned ha publicado recientemente un artículo en Nature en el que propone una idea alternativa: alguna civilización podría estar usando las estrellas variables cefeidas para comunicarse con nosotros (y con el resto de vidas inteligentes que haya por ahí esparcidas). Una cefeida es una estrella bastante especial, porque su brillo oscila con un periodo muy estable. El rango está entre las que parpadean 5 veces al día, y las que lo hacen solo 1 vez cada 100 días. Sin meterme en detalles, la razón por la que hacen esto tiene que ver con la inonización y desinonización de sus capas más externas. Para lo que nos interesa, es suficiente con saber que se comporta como un corazón, contrayéndose y expandiéndose según recibe descargas eléctricas.
Lo que Learned sugiere, es que un cañonazo de neutrinos dirigido a una cefeida podría calentar su núcleo y hacer que brille un poco antes, “del mismo modo que una descarga eléctrica en el corazón puede hacer que este se salte un latido”. Esto permitiría a los comunicadores hacer que la estrella brillara y se apagara según un código parecido al Morse. Y por tanto podrían enviar mensajes mucho más accesibles que los enviados por cualquier antena (incluso visibles a simple vista).
Pero hay una contra. Supongamos que somos de esa civilización que quiere comunicarse con el resto del universo. Y supongamos que elegimos una estrella que pulsa con bastante frecuencia, digamos, una vez al día. Eso significaría que al año tendríamos unas 360 pulsaciones. Como estamos usando el brillo y la oscuridad de cada pulso como unidad de información, necesitamos 2 pulsos para enviar 1 bit de información. Por tanto al año solo podríamos enviar 180 bits de información. Cuando nosotros traducimos 180 bits a letras y números, nos cabe a un mensaje de 22 caracteres (esto es mejorable si en vez de letras y números hacemos un mensaje sólo con números).
Así que podemos enviar mensajes de 22 caracteres por año (¡con lo que apuramos los 160 caracteres de los mensajes de móvil!). ¿Qué mensaje podemos enviar? ¿“Hola, saludos Tierra”? ¿Y en qué idioma? ¿Y cómo van a entenderlo? Supongo que una forma de mostrar “inteligencia” sería enviar un mensaje numérico con los primeros dígitos de pi, o la raíz cuadrada de 2 (que es la diagonal de un cuadrado de lado 1). ¿Alguien propone más ideas?