jueves, noviembre 09, 2006

Señales del calentamiento global

Algunas cosas vienen siendo globales, o al menos así las llamamos, más o menos desde comienzos de siglo. La consolidación de las comunicaciones y en particular de Internet nos acerca más que nunca a cualquier persona en cualquier parte del mundo. La economía nunca ha sido tan global, y nunca ha afectado tanto a nuestro bolsillo lo que ocurra en tierras lejanas. La globalización como fenómeno socioeconómico es una realidad para bien o para mal. Y como corresponde, el medioambiente también se ha convertido en un asunto planetario.
La negativa de Estados Unidos a firmar el Protocolo de Kyoto puso en jaque la última tentativa seria de frenar el efecto invernadero. La cosa quedó en un grupo amplio de países, pero con un efecto de conjunto poco importante. Finalmente Rusia firmó y salvó de refilón los mínimos necesarios para que todo el esfuerzo tuviera sentido.
Para entender las posibles consecuencias del calentamiento global, es importante recordar que la subida de las temperaturas es sólo una de las posibles consecuencias, pero que también es muy posible que a nivel local pasemos a temperaturas mucho más bajas. Sí, incluso en España esta es una posibilidad plausible. Un ejemplo de cómo podría suceder esto es el siguiente. El ya conocido y reconocido deshielo de los mares del norte tiende a desalinizar sus aguas (hay más disolvente para la misma cantidad de soluto). Una posible consecuencia de esto sería que las corrientes cálidas del Caribe que suben hasta el Cantábrico y Reino Unido se frenaran o incluso se pararan por completo. La consecuencia, además de la muerte de miles de especies marinas que viven de esas corrientes sería un descenso drástico de las temperaturas en Europa occidental que a todas luces nos afectaría.
En la dirección contraria (subida de temperaturas), las flores silvestres de todo el norte de Europa llevan varios años floreciendo dos semanas antes de lo habitual. Y los árboles de hoja caduca tardan casi un mes más en dejarlas caer cada otoño. En bosques milenarios como el pinar caledonio de las tierras altas escocesas da claras muestras de que una parte significativa de sus árboles se está secando. En África central el acceso al agua se ha agravado en zonas donde el hambre ya hace estragos. Nuevos brotes de peste están por venir, y no parece que tenga mucho arreglo. La próxima década será un holocausto para el pueblo africano, que notan no sólo el calentamiento global sino todas las pulgas que el perro flaco puede tener.
El mar también se empieza a rebelar con claridad. Diques como el del norte de los Países Bajos o el Támesis se cierran cada vez más a menudo en previsión de violentas mareas. Los enormes trozos de hielo que cada vez con más frecuencia encontramos en medio de los océanos tienen su efecto catalizador y contribuyen al deshielo. Que el nivel del mar sube ya no es cuestión de debate. Más de mil millones de aves que se alimentan de la capa superficial de las playas europeas pueden necesitar relocalizarse si no quieren desaparecer. Si la temperatura del mar sube 3 grados más en promedio (para esto queda tiempo) nos habremos cargado los arrecifes de coral de medio planeta.
Sobre los árboles, dejando las talas a un lado (si tal cosa es posible), el escarabajo asiático de cuerno alargado promete ser la próxima plaga. Y si se cuela en nuestras fronteras destruirá árboles en toda Europa por millones. Y hablando de plagas, últimamente hemos aprendido cosas sobre el mejillón cebra.
En climatología, el año pasado no había letras en el alfabeto para tantos huracanes. Necesitaron añadir el alfabeto griego. ¿Y qué tal ha estado de lluvias el mes pasado por Andalucía Occidental? En el sur de Escocia, desde donde escribo estas líneas, apenas ha llovido en las últimas cuatro semanas. Nadie se queja, pero todos saben que no es normal.

domingo, octubre 29, 2006

Manto atmosférico

¿Quién se acuerda hoy del agujero de la capa de ozono? Tras su descubrimiento en los años 80, los gobiernos del mundo reaccionaron con relativa prontitud y firmaron el Protocolo de Montreal. El resultado fue un exitoso reciclado de la industria de los aerosoles, los sistemas de aire acondicionado y en general cualquier dispositivo emisor de gases como los cloroflourocarbonos, más prosaicamente conocidos como CFCs.
Desde entonces la noticia se fue diluyendo en el tiempo, y hoy rara vez aparece en la prensa o en televisión. Tanto es así, que la noción de cómo es exactamente la capa de ozono, y cómo es el agujero, no es algo claramente conocido por el público en general. Tanto en castellano (capa), como en inglés (layer), la semilla semántica de la palabra nos da a entender que se trata de una superficie de poco grosor, salvo que expresamente se diga que es una capa gruesa. Esto se ve reforzado en el caso de la capa de ozono por el hecho de que se ha hablado muchas veces de lo frágil que es. Sin embargo la capa de ozono, junto con otros gases estratosféricos, es perceptible desde los 15 hasta los 35km por encima de la superficie de la Tierra. Entre los 20 y los 25km es donde alcanza su mayor densidad. Según en qué escalas estemos trabajando, se puede decir que no es ni mucho menos un cuerpo despreciable (recordemos que cubre casi todo el planeta).
En cuanto al agujero, que alguna vez hemos visto en imágenes bailando entorno al continente antártico, podemos recordar el dato de que es tan grande como Estados Unidos y Canadá juntos (unos 24 millones de kilómetros cuadrados). Por toda esa superficie los rayos ultravioleta atraviesan con menos impedimento de lo debido, contribuyendo a los efectos que todos ya conocemos.
Pero probablemente la razón por la que hoy nos acordamos menos de la capa de ozono es que cuando fue descubierta se erigió como símbolo de lo bárbaros que somos en lo que a ecología y cuestiones ambientales se refiere. Sin embargo, hoy el problema de la capa de ozono es uno más en la lista de un fenómeno que sí sale mucho más a menudo en la prensa: el calentamiento global. Las cosas se complican.
El agujero de la capa de ozono registró su mayor tamaño el año pasado. Y a pesar de semejante noticia, no sería correcto decir que las cosas han ido únicamente a peor. De hecho hay más buenas noticias que malas a este respecto. Aunque el agujero parezca más grande que nunca, también es sabido que la capa se ha visto reforzada en el resto del planeta (en promedio). Hay estudios que muestran con bastante consistencia que el Protocolo de Montreal está teniendo el efecto deseado. Estar totalmente seguros de la causa es muy complejo, porque la capa se ve afectada por fenómenos como la climatología (para bien y para mal), las tormentas solares (para bien) o las erupciones volcánicas (para mal). No sería pretencioso adelantar la posibilidad de que dentro de 30 a 60 años volviéramos a los niveles de hace 30 años, o incluso a la recuperación total de la capa. Más tiempo nos dará sin duda más certidumbre.

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domingo, octubre 01, 2006

Dando un rodeo al cáncer

Los problemas a los que se enfrentan los investigadores hoy en día son, en ocasiones, endiabladamente complicados. El físico-matemático Henri Poincaré ya se lo vio venir, e hizo de profeta a principios del siglo XX, aportando las primeras ideas para resolver problemas duros de roer. ¿Cómo hacemos fácil lo extremadamente retorcido, liado, complejo?
Pensemos en un enorme edificio de oficinas, de una gran empresa. Cada día entre personal de mantenimiento, empleados y propietarios, se hacen miles de cosas en su interior. Y estas cosas en su conjunto dan como resultado que la empresa en cuestión produzca y tenga beneficios. Un comportamiento de conjunto para miles de acciones individuales. Es fácil imaginar que controlar todas las acciones individuales de cada persona en la empresa sería un trabajo interminable. Sin embargo la empresa funciona. ¿Habría formas de que un directivo tuviera una exquisita selección de datos sobre lo que sucede en el edificio, y con eso bastara para que él supiera que todo va bien? La respuesta de Poincaré es que sí. El pero es que hay que ser muy hábil para escoger esos datos. Quitamos datos que no hacen falta, para simplificar el problema. Es lo que se llama un mapa de Poincaré.
En la Harvard Medical School, Scott A. Arm­strong y sus compañeros de investigación intentan hacer fácil uno de los problemas más complejos de la medicina actual: el cáncer. Su última publicación, todavía calentita de la impresora, data del pasado 28 de septiembre en la revista Cancer Cell y voy a intentar resumirla con el perdón y permiso de los enterados en esta materia.
Primero, el problema complejo: Tenemos el ADN. Una cadena de millones de bases nitrogenadas de las que sólo unas decenas de miles tienen información útil. Para complicarlo más resulta que esta cadena no se lee como un libro, de principio a fin, sino que las células la leen “dando saltos” de un sitio a otro. Y si eso no fuera suficiente, hay partes que se leen varias veces y otras que no se leen en absoluto. Se consideran genes, a grupos de cientos o miles de esas bases; algo así como “capítulos” con información útil. Los genes que son procesados por la célula generan una “traducción” de la información en forma de otra cadena: el ARN. Cuando más se lee un gen, más ARN asociado genera. Por último ese ARN genera agentes y comportamientos en la célula. Cuando un gen no es leído en absoluto, se le llama durmiente o latente. Casi siempre el comportamiento generado por este proceso es bueno para la vida del organismo. Pero a veces es destructivo y da lugar a comportamientos como el cáncer.
Segundo, la propuesta de solución simplificada: queremos cambiar el comportamiento de la célula. Para ello se buscan genes latentes que sabemos son propios de un buen funcionamiento. Una vez detectados para el caso particular de un paciente, se hace una búsqueda en una base de datos de qué medicamentos activan el procesado de dichos genes con más facilidad. Fíjense que para ello no ha sido necesario conocer las profundidades de un fenómeno como el cáncer.
Esta forma de combatir el cáncer ya se está combinando con las tradicionales en un centro de tratamiento de niños con leucemia. Se sabe que aquellos niños que resisten los glucocorticoides tienen un pronóstico peor que los demás. El descubrimiento es que todos los que lo resisten, tienen además un patrón de activación de genes parecido. Así que mirando en la base de datos con 453 medicamentos en los que se conoce el efecto de activación, han encontrado uno que les va como anillo al dedo: la rapamicina. Hasta ahora este medicamento se utilizaba para favorecer la tolerancia de un órgano recién transplantado. Quién iba a imaginar esta nueva aplicación.
Nada de esto quita que para combatir el cáncer hace falta conocerlo con la mayor profundidad posible. Pero hace mucho que el tiempo no juega a nuestro favor, y son millones los que necesitan soluciones, ya sea por medios complejos o simplificados.

sábado, septiembre 09, 2006

Desenterrando al Gran Hermano

George Orwell hizo de gran parte de su literatura un amplio estudio de los regímenes en los que el bien común y el Estado prevalecen sobre los derechos del individuo. En su novela “1984” nos describe una sociedad de este tipo, en la que nada escapa a las cámaras del Gran Hermano. Todos están controlados por su penetrante mirada. Y para que esto sea más notorio, las cámaras de esta oprimida sociedad no son como las que nosotros conocemos, sino que son cámaras escondidas detrás de imágenes donde aparece el rostro serio e inflexible de su líder: El Gran Hermano. De este modo no sólo estaban siendo observados en la práctica, sino que además se sentían presionados por el hecho de tener alrededor todas esas imágenes con esa mirada que cortaba la respiración. Por si todo ese tinglado de imágenes no fuera suficiente, añadían textos del tipo “El Gran Hermano te está observando”, dando al asunto un carácter más personal y de cada ciudadano.
Haciendo un paréntesis, las similitudes que todo esto tiene con el conocido subproducto televisivo que aliena las sobremesas y noches de muchos españoles, carece de interés para este artículo. Hoy hablamos de miradas penetrantes.
Porque la idea de Orwell de ponerte en las narices a un tipo con cara de pocos amigos no es ninguna tontería. El cerebro, casi desde los primeros años de vida, está más que acostumbrado a responder según lo que interpreta de las caras que ve. Es de sobra conocido que los bebés miran instintivamente las caras de sus madres para saber si la situación en la que se encuentran es peligrosa o no.
El equipo de Melissa Bateson, de la Universidad de Newcastle ha publicado hace pocos meses un trabajo en este sentido en el Biology Letters. Para ello se sirvieron de las llamadas huchas de honestidad. Y como otras veces utilizaron a los alumnos de su campus universitario para el experimento. Las huchas de honestidad no son nada nuevo como a continuación veremos. Lo que hicieron fue colocar a la entrada de las facultades una serie de bebidas y dulces, todos ellos a un precio fijo por unidad, y al lado una hucha para que cada alumno pusiera el dinero de lo que gastaba. Todo ello sin vigilancia, de tal manera que dependía de la honestidad de cada alumno el pagar o no la consumición. Hay muchos estudios hechos sobre estas huchas, pero para este en particular la novedad era que algunas de estas huchas tenían en la pared junto a ellas un enorme póster con unos ojos de mirada penetrante a lo Gran Hermano de George Orwell, mientras que otras tenían un póster con flores.
El resultado fue que los alumnos pagaban un promedio de 2.76 veces más cuando tenían delante el póster de los ojos. Casi el triple de honestidad, inducida simplemente por la reacción que produce en nuestro cerebro el ver dicha expresión facial.
El cuerpo de policía de West Midlands, en Reino Unido, ha tomado buena nota de esta experiencia y ha preparado una campaña, bautizada como “Operación Momentum”, orientada a reducir el crimen durante el próximo otoño. Sus informes indican un aumento relativo de actos criminales durante los meses de octubre y noviembre. Así que han planeado colocar enormes carteles publicitarios por sus principales núcleos urbanos con la imagen de unos ojos penetrantes en blanco y negro y un texto en letras bien grandes que reza: “Tenemos los ojos puestos en el crimen”. Para navidades sabremos si la campaña ha dado el resultado esperado.

lunes, septiembre 04, 2006

Llámese planeta

La noticia “Plutón deja de ser planeta” lleva implícita la vieja historia sobre las definiciones y los límites, no sólo en ciencia, sino en todas las cosas. Nada es perfectamente blanco o negro, y por eso no debe sorprender que más de 2500 astrofísicos de la Unión Astronómica Internacional (I.A.U.) expusieran apasionadamente sus puntos de vista cuando fueron reunidos en la misma sala para determinar si Plutón es o no un planeta. Porque el, llamémosle, objeto en cuestión tiene propiedades que lo hacen digno de ser elevado a la categoría de planeta, y también otras como para que no.
Cuando fue descubierto en 1930, se consideró inmediatamente como un planeta por ser un objeto que orbitaba alrededor del Sol. Además de los planetas, también orbitan el Sol algunos cometas, los asteroides del cinturón entre Marte y Júpiter, y una suerte de objetos relativamente pequeños que van por su cuenta. Pero Plutón no mostró indicios de ser ninguno de estos casos. Por tanto, planeta.
Desde hace años hay científicos afirmando que mantener a Plutón en la lista de planetas no es más que un compromiso con la historia. Porque según dicen, si hubieran descubierto Plutón hoy en día, de ningún modo lo habrían incluido en la lista de planetas.
Estas son, finalmente, las definiciones que han publicado en la reunión de la I.A.U.:
-Cuerpo de primera categoría (Planeta): “Un planeta es un cuerpo celeste que está en órbita alrededor del Sol, que tiene suficiente masa para tener gravedad propia para superar las fuerzas rígidas de un cuerpo de manera que asuma una forma equilibrada hidrostática, es decir, redonda, y que ha despejado las inmediaciones de su órbita”.
-Cuerpo de segunda categoría (Planeta Enano): “Un planeta enano es un cuerpo celeste que está en órbita alrededor del Sol, que tiene suficiente masa para tener gravedad propia para superar las fuerzas rígidas de un cuerpo de manera que asuma una forma equilibrada hidrostática, es decir, redonda; que no ha despejado las inmediaciones de su órbita y que no es un satélite.
-Cuerpo de tercera categoría (Otros): “Todos los demás objetos que orbitan alrededor del Sol son considerados colectivamente como cuerpos pequeños del Sistema Solar”.
¿Qué es lo que ha excluido a Plutón de la primera categoría? Pues lo último que dice la definición: ha despejado las inmediaciones de su órbita. Plutón no cumple esta propiedad ya que su órbita es oblonga y se superpone a la de Neptuno en dos zonas. Por tanto no está precisamente “despejada”. Su “reducido” tamaño también ha servido de argumento para querer excluirlo, o el hecho de que todos sus planetas vecinos sean enormes bolas de gas, y él no.
Pero todo esto sólo son definiciones; etiquetas que ponemos a las cosas para catalogarlas, diferenciarlas. Dicho de otra forma, sólo es el paso previo antes de hacer ciencia. Porque Plutón sigue siendo Plutón, un cuerpo todavía muy misterioso para nosotros. Y como él hay muchos otros que son controvertidos por la definición que les dan. Por ejemplo existen asteroides tan grandes y redonditos como un planeta pequeño. O planetas lo bastante grandes y calientes como para ser considerados como un tipo de estrellas llamadas enanas marrones.
No en vano había en la conferencia de la I.A.U. quien esperaba que el número de planetas no sólo no se viera reducido a 8, sino incluso aumentado a 10, al incluir a Xena, que es una bola de hielo un poco más grande que Plutón, y que también orbita nuestro Sistema Solar. Desde luego no nos faltan puntos de vista.

sábado, julio 22, 2006

Proyecto SKA

La semana pasada hablábamos de objetos que no podían emitir ondas más grandes que ellos mismos. Por ejemplo, una campana de un metro sonará emitiendo una onda cuya longitud de onda será como mucho de un metro. El mismo problema se tiene con la recepción de ondas. Las antenas de radio, por ejemplo, no son del tamaño que son por casualidad sino que se ajustan al rango de las longitudes de onda que reciben. Si alguna emisora tuviera una antena embrutecida que emitiera ondas de 30 metros, necesitaríamos otra antena de 30 metros para poder escuchar su programación; algo muy poco práctico. En cambio el FM y el AM son formas muy convenientes de modular la señal para que nuestras antenitas sean del tamaño ideal.
Claro que no todos los fenómenos del Universo nos llegan en longitudes de ondas cómodas para nuestras antenas y telescopios. De hecho, hay ondas de varios kilómetros de largo que nos llegan continuamente y que no tenemos forma de captar e interpretar. Para este tipo de emisiones se está proyectando el SKA, que son las iniciales de “Square Kilometer Array” (Distribución sobre un kilómetro cuadrado). En pocas palabras se trata del telescopio más grande que se ha construido hasta la fecha. Hemos visto telescopios impresionantes como el que aprovecha la depresión entre dos enormes colinas en Arecibo, Puerto Rico. Pero el SKA pretende ser de kilómetros de diámetro. Pero, ¿cómo podría ser posible desde el punto de vista ingenieril la construcción de un telescopio más grande que los edificios más grandes que hemos construido hasta ahora? La respuesta es que no es posible. En cambio, podemos poner muchos telescopios pequeños distribuidos a lo largo de una gran superficie que tengan precisión necesaria para apuntar al mismo punto del espacio, y el resultado será suficientemente parecido a si hubiéramos construido el telescopio gigante. En la esquina superior derecha de la imagen vemos la distribución de estos telescopios propuesta para una extensión de 150km de diámetro. La forma en espiral tiene también su razón de ser: evita que los datos de fenómenos con ciertas simetrías nos confundan, pero es un tema que excede el presente artículo. Nos quedamos con que cada cuadradito marrón es en la práctica una zona con telescopios como los de la imagen. Vemos que hay una zona central con más telescopios que en el resto. Se colocarán más estaciones como estás a 3000km del complejo que mostramos en el esquema. El conjunto, por tanto podrá recibir ondas que van desde los metros a los miles de kilómetros de largo.
¿Y qué cosas podremos ver con semejante estructura? La lista es larga, pero estas son las propuestas con mayor acogida:
-Detección de planetas con condiciones para albergar vida: Desde su creación como nubes de polvo hasta sus características una vez que orbitan de forma regular alrededor de sus soles.
-Señales comparables a nuestras señales de radio y televisión provenientes de otros planetas: A un nivel de detalle como el que nunca antes hemos tenido.
-Detección de los primeros cuerpos astronómicos que brillaron en los albores de nuestro universo. Estudio de la llamada Edad Oscura del Universo.
-Estudio de los orígenes y la evolución del magnetismo a nivel cósmico: Que es una fuerza que condiciona el futuro de galaxias enteras y que sólo ahora empezamos a entender.
-Poner a prueba la Relatividad General de Einstein para campos gravitatorios extremos como los de los púlsares o los agujeros negros.
Y la lista sigue, pero sirva esta de muestra. Una vez más estamos ante un gran proyecto que promete grandes resultados.

lunes, julio 17, 2006

Subarmónicos

El violín de Mari Kimura se desliza de forma elegante y precisa entre nota y nota. Comienza una escala mayor descendente, y baja, y baja hasta que... ¿qué diantre ha sido eso? El instrumento quiebra su sonido con lo que parece ser un tono más propio de un violonchelo. Permanece allí un par de segundos, y vuelve a escapar como una culebrilla hacia notas más propias de un violín. Como un adolescente que está cambiando la voz. Como un ruiseñor con una bronquitis de caballo. Pero más vale un sonido que mil palabras; y si quieren oírlo ustedes mismos, pueden bajarse trozos de su disco “The World Bellow G” (que viene a ser como “El Mundo de los tonos inferiores a sol”) en la web http://pages.nyu.edu/~mk4/
La nota sol de la tercera escala es la nota más grave que sale de un violín afinado. O eso pensaría cualquiera antes de escuchar a Kimura. Todos los instrumentos de cuerda tienen en teoría (insisto, en teoría) la posibilidad de tocar notas todo lo agudas que se quiera. Para subir una octava completa basta con presionar de forma que la cuerda que vibra reduzca a la mitad su longitud. Una octava más es volver a reducir a la mitad, y así sucesivamente hasta la paradoja de Zenón. En la práctica llega un momento que simplemente la cuerda no vibra por razones de composición y grosor. Luego hay un límite superior por razones físicas.
El límite inferior, sin embargo tiene un fundamento físico-matemático. Por ejemplo, decíamos que la nota más grave que da un violín es un sol en su cuerda más gruesa. Para obtener esta nota basta con hacer vibrar la cuerda sin pulsar sobre el mástil. Cuanto más larga sea la cuerda, más grave será la nota. Pero evidentemente, si bien podemos pulsar para acortar una cuerda, no existe forma de alargarla. Esa es la limitación física de los graves. La limitación matemática es universal: no se podrá emitir una onda que tenga una longitud de onda más grande que el objeto que la emite. Recordemos que la longitud de una onda sonora está asociada con lo aguda o grave que es (cuanto más larga, más grave). Por eso los violines emiten ondas de 30 o 40 centímetros, y el contrabajo las emite de más de 1 metro. Por eso un bebé nunca podrá cantar como un bajo o barítono en un coro (salvando los eructos). Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el campo electromagnético: una antena solo emite ondas electromagnéticas que son como mucho del tamaño de la propia antena.
Si en lugar de pulsar la cuerda a la mitad, la cuarta parte, etc (octavas superiores, agudas) apoyas suavemente el dedo sobre la mitad, la cuarta parte, etc, lo que obtienes es un armónico. Podemos decir que lo que Kimura obtiene para sacar del violín las octavas inferiores son subarmónicos. Cualquiera que no estuviera avisado diría que su pieza “Capricho para el segundo subarmónico” la tocan dos instrumentos (violín y chelo). ¿Pero cómo lo hace? Su respuesta nos deja, si cabe, más sorprendidos: “En realidad no sé qué es lo que hago” dice la violinista, que afirma que obtuvo el sonido a base de “prueba y error”.
Varios científicos de instituciones americanas y japonesas han intentado abordar el fenómeno, pero han abandonado tras varias pruebas. Sin embargo, el equipo de Alfred Hanssen de la Universidad de Tromsø en Noruega ha adquirido un compromiso más a largo plazo. La apuesta va por el camino de que Kimura desliza su arco sobre las cuerdas según un comportamiento que en física llamamos no-lineal, dirigido y amortiguado. Pertenece a esa parte de la ciencia tan joven (los sistemas no lineales) en la que la respuesta no siempre es proporcional al estímulo, sino que tiene un comportamiento más bien complejo que requiere de métodos que todavía estamos inventando. Mucho más que graves de violonchelo podemos sacar de las cuerdas de un violín.

sábado, junio 17, 2006

Pirámides en Europa

La exigencia de la comunidad científica es fuerte en lo que a publicaciones se refiere. Nadie quiere perder su tiempo, y cualquier publicación falsa o mal fundamentada es duramente criticada. El reconocimiento de un investigador puede estar en entredicho según la relevancia y la consistencia de sus publicaciones. Lo mismo sucede con las publicaciones científicas de prensa, aunque sean en plan divulgativo (como esta misma sección). Es por eso que ha pasado más de un mes para que la prensa científica internacional empezara a hablar del supuesto hallazgo de una pirámide en Bosnia. Yo por mi parte he preferido esperar a que algún periódico español hablara del tema antes de presentar mis propias divagaciones. Y el periódico en este caso ha sido la edición digital de El Mundo, que cuenta que la UNESCO va a visitar la zona del hallazgo a petición del presidente de Bosnia-Herzegovina, Sulejman Tihic.
La UNESCO ha recibido muy positivamente la petición afirmando que las informaciones que les llegan son muy interesantes. Por su parte el antes mencionado mandatario Bosnio no ha tenido reparo en afirmar que la pirámide hallada es más grandiosa que todas las egipcias. Aprovechando su ponencia en la última cumbre de los Balcanes, celebrada en Opatija, defendió que la pirámide realmente está allí y que cuando el hallazgo sea confirmado definitivamente, cambiará la historia de Europa y del mundo.
Este es el extremo en el que todos están de acuerdo: cambiaría la historia del mundo. Pero como es fácil imaginar, no todos lo enfocan desde el lado positivo. El editor ejecutivo de la reconocida revista “Archaeology”, Mark Rose, afirmaba que un hallazgo de estas características sería equivalente a encontrar un avión 747 en un yacimiento romano. A lo que añade que no es necesario ir hasta Bosnia para saber que tal cosa no es posible. Otros declarados detractores de peso son Curtis Runnels de Boston University y Anthony Hardy, presidente de la Asociación Europea de Arqueólogos.
La experiencia de Hardy nos muestra otra faceta de lo voraz que puede ser la comunidad científica. Él no tiene nada que ver con las excavaciones, ni ha podido ir personalmente. Sin embargo menciona a colegas de profesión que sí han ido, pero que no puede nombrar no vaya a ser que salgan perjudicados... y esto siendo meros observadores. Tantos miedos, y la confirmación sigue en el aire.
La guinda de los dimes y diretes la pone el protagonista de la historia: Semir Osmanagić, responsable de las excavaciones y autodeclarado descubridor de la pirámide. Sus críticos lo acusan de ser un amateur sin estudios que se las da de Indiana Jones. Además han puesto el grito en el cielo ante la posibilidad de que Osmanagić esté destruyendo verdaderos hallazgos arqueológicos con su historia de la pirámide.
El equipo de Osmanagić responde a las acusaciones invitando a cualquier interesado a visitar las excavaciones. Además han publicado la web www.bosnianpyramid.com en la que aparece un extenso reportaje gráfico de las excavaciones. Llama la atención la enorme formación montañosa con forma piramidal en la portada. Las fotografías de niños bosnios sentados sobre grandes rocas cúbicas hacen pensar que, si no es una pirámide, alguna cosa habrá debajo de ese montículo.
Pero el que suscribe calla cual mirlo con angina de pecho. Antes bien prefiere preguntarse, para sí o para no, de ser cierta toda esta historia, ¿qué endiablada civilización se nos ha escurrido entre los dedos hasta el punto de no dar señales de su existencia durante miles de años, y finalmente aparecer grandiosa con semejante monumento? Cuando menos, el tema es bien sospechoso.

martes, mayo 30, 2006

Gen apellido

Existe una oportuna coincidencia entre la determinación genética del sexo y el medio de transmisión del apellido. Por un lado resulta que el cromosoma Y, que es el que fija como masculino el sexo del nuevo embrión, es contribución genética exclusiva del hombre y no de la mujer. Por otro tenemos un predominio histórico de sociedades patriarcales en las que es el apellido del padre el que se suele transmitir de generación en generación. Si un padre transmite a su hijo varón tanto su cromosoma como su apellido, ¿cabe pensar que con el paso de las generaciones habrá una vinculación entre ambos? Si fueran las madres las que transmitieran el apellido, este estudio no sería posible.
En un proyecto interdisciplinar, científicos del Departamento de Genética de la Universidad de Leicester e historiadores de la Universidad de Essex han estudiado el cromosoma Y para buscar vínculos con el apellido de dos maneras diferentes. En su primer trabajo tomaron 150 pares de hombres que compartían el apellido (cada par un apellido común, claro está). Los resultados mostraron que la cuarta parte de esos pares tenían una clara vinculación genética en el cromosoma Y.
Esto podría servirnos para vincular los apellidos en un árbol genealógico a gran escala, o a la policía para vincular apellidos con la escena del crimen. Sólo en Reino Unido estimaron que podría ayudar a resolver unos 70 casos de violaciones y asesinatos al año. Pero la realidad pone las cosas mucho más difíciles. En primer lugar hay apellidos que son iniciados por distintas personas y en distintas épocas. Luego hay cosas más cotidianas como las adopciones, los cambios de nombre en el registro y los hijos ilegítimos. Las mutaciones en el código genético también crean algunos problemas.
Un segundo estudio muestra que al menos alguna cosa podremos sacar en claro. Tomaron pares de hombres al azar, de tal manera que algunos de ellos coincidían en el apellido, mientras que otros no. La cantidad de coincidencias en el cromosoma Y era más que evidente para los pares que compartían apellido, mientras que los que tenían apellidos diferentes rara vez compartían similitudes. Resultó además que las cosas no son iguales para todos los apellidos. Por ejemplo, apellidos como Taylor, Smith o Jones (que son muy comunes en el mundo sajón) tenían pocas similitudes en el cromosoma Y, mientras que otros como Attenborough, Widdowson o Grewcock (menos comunes) tenían similitudes muy claras. La razón salta a la vista: hay demasiados García o López como para que provengan de una raíz común (un padre común). Los apellidos que más escasean en las guías telefónicas son, sin embargo, los que más probabilidad tienen de conservar un antepasado común.
Los datos revelaron además que aquellos apellidos con cromosomas vinculados llegan a confirmar antepasados comunes hasta 20 generaciones atrás (sobre el siglo XIV), que es además cuando los apellidos empezaron a generalizarse como parte de la identidad básica de un individuo. Recordemos que hasta entonces el equivalente al apellido podía ser el nombre del padre (como todavía se hace hoy en Europa del Este), el nombre de la ciudad de origen o bien el nombre del señor o hacendado de las tierras que cada uno trabajaba. Por lo tanto, esta es también una oportunidad para atravesar la hasta ahora imposible barrera del medievo, y llegar a quién sabe cuándo para identificar a nuestros antepasados más remotos.

martes, mayo 23, 2006

Temblores e impactos lunares

Más sobre la colonización de la luna. Más, porque como ya mencioné en otra ocasión el tema se va a poner candente en los próximos diez años y hay muchas cosas que discutir. Un tema de vital importancia a la hora de plantearse una estancia prolongada en nuestro satélite gris es que su ausencia de atmósfera no lo protege de posibles impactos de meteorito. No hay más que ver la cara de la luna para ver que sufre de un acné crónico y degenerativo. Los cráteres que han resultado del impacto de meteoritos han dibujado círculo sobre círculo por toda la superficie lunar.
Pero ya hemos estado en la Luna con anterioridad. ¿Qué hicieron los astronautas de las misiones Apolo con respecto al tema de los meteoritos? Pues prácticamente nada. Si su módulo hubiere sufrido el impacto de algún objeto mientras se encontraban en la superficie de la Luna, la misión podría haberse complicado en función de la gravedad de los daños. En otras palabras, simplemente asumieron el riesgo. Pero hay que tener en cuenta que el riesgo tampoco era demasiado elevado. En primer lugar, el número de impactos por unidad de superficie es muy bajo, con lo que es difícil sufrir uno. Pero más importante es que si sumáramos el tiempo que todas las misiones de los Apolo pasaron en la Luna, no llegan a las dos semanas. Es un tiempo lo suficientemente corto como para no preocuparse.
Muy distinto será ahora que queremos quedarnos allí por largos periodos de tiempo. No hay edificación lunar que sea capaz de soportar las velocidades de impacto de algunos de esos meteoritos. Incluso si fueran pequeños, podrían atravesar casi cualquier estructura. Por ello es de vital importancia saber cuántos meteoritos golpean la Luna por unidad de tiempo; y ya que estamos, dónde.
Hasta las misiones Apolo únicamente contábamos con el llamado “Modelo Estándar de Meteoritos”. La idea es muy sencilla: si los meteoritos son objetos que van disparados de forma errática en todas las direcciones del espacio, podemos suponer que impactan los mismos (por unidad de superficie) en la Tierra que en la Luna. Cuando se hace una suposición de este calibre, se puede uno equivocar por mucho. Pero puede que el modelo se ajuste a la realidad. Para averiguarlo se hace un recuento de todas las estrellas fugaces que se ven en el cielo por las noches (que son meteoritos desintegrándose en nuestra atmósfera), y se suman los impactos de meteorito que hemos localizado en la Tierra. Se divide el total por el tamaño de la superficie terrestre, y luego se vuelve a dividir por el tiempo en el que hemos estado contando meteoritos. El resultado nos da el número de meteoritos por unidad de superficie y tiempo (¡claro!).
Para saber si la Luna sufre el mismo número de impactos, podríamos contar los cráteres. Pero nos falta el dato de cuánto tiempo ha sido necesario para formarlos. Así que hábilmente, las misiones Apolo tuvieron la previsión de colocar varios sismógrafos en la Luna que registraron durante casi 8 años todos los temblores de su superficie enviando datos a la Tierra para su posterior estudio. De los 12000 temblores que se registraron aproximadamente, se sabe que 3000 fueron terremotos lunares y 1700 fueron impactos de meteorito. Hay que añadir 6 impactos de astronaves que estrellaron adrede. El resto de los impactos no se sabe de qué son. Se sospecha que la mayoría son de meteoritos. Para saber más, están comparando la forma de la señal que dibujaba el bolígrafo del sismógrafo cuando el impacto era conocido con aquellas en las que el impacto es desconocido. Este estudio puede sacar a la luz incluso impactos de objetos tan pequeños como la palma de la mano y de menos de 1kg de peso. Con la segunda oleada de visitas a la Luna, se colocarán sismógrafos mucho mejores, y los datos tendrán mucha más calidad a la hora de determinar lo peligrosa que es la lluvia de piedras sobre la superficie lunar.


Fuente: Ciencia@NASA

lunes, mayo 15, 2006

El estornino indirecto

En la búsqueda de qué cualidades esenciales nos diferencian de los animales no hacemos más que ir quitando posibilidades de la lista. Por supuesto, es necesario que un animal demuestre tal o tal cualidad para que ya no la podamos usar como atributo exclusivo de los humanos. Y semejante demostración es a veces difícil.

El equipo de Timothy Q. Gentner en la Universidad de California, cuenta cómo hace sólo cincuenta años era casi herético hablar de cognición en los animales. Sin embargo hoy en día, según reconocen, sabemos que son muchas las especies en el reino animal que viven según parámetros mentales muy intensos. Una de las últimas muestras de esto fue publicada por el equipo de Gentner el pasado mes de abril. Vamos por partes.

Existe una abstracción gramatical básica en el lenguaje de los humanos llamada estilo indirecto anidado recursivo. Ese nombre tan feo responde a un procedimiento muy sencillo: se trata de ir añadiendo proposiciones de estilo indirecto en el interior de una oración simple. Por ejemplo, “Antonio se comió la tarta”, “Antonio, cuyo padre vende trufas, se comió la tarta”, “Antonio, cuyo padre vende trufas, y a quien vi horneando magdalenas, se comió la tarta”... Y así podemos seguir la construcción gramatical anidada entre “Antonio” y “se comió la tarta” hasta un infinito empache de dulces.

Pues bien, el animal que ha demostrado hacer suya esta cualidad gramatical ha sido el esquivo estornino. Este pájaro ya era conocido por su virtuosismo musical y por sus artes de imitador. Ahora también sabemos que es capaz de asimilar construcciones gramaticales sencillas, pero que hasta ahora se creían únicas de los humanos.

Para la experiencia se tomó un estornino macho. Los amantes de las aves seguro saben distinguir y describir con exquisito rigor el canto de un estornino. Yo no seré tan fino, pero me atrevería a catalogar dos sonidos muy característicos de su canto. El primero es un silbido largo y generalmente en tonalidad descendente. El segundo es un sonido mucho más consonante que puedo imitar de un modo lamentable cuando elevo mi labio inferior para pegarlo a los incisivos superiores mientras absorbo aire por la boca. Los investigadores grabaron ocho sonidos del primer tipo, y ocho del segundo. A partir de estas grabaciones, construyeron dos tipos de “oraciones gramaticales del estornino”. Las primeras tenían un sonido de un tipo anidado en el interior de un sonido del otro tipo (por ejemplo, silbido-fricativo-silbido). Las segundas tenían un sonido al principio y otro al final (por ejemplo, silbido-fricativo). Para el primer tipo simplemente se iban añadiendo sonidos anidados en el interior de la “frase” (como en el ejemplo de Antonio y el pastel), mientras que para el segundo tipo se añadían nuevos sonidos al principio o al final de la “frase”.

Entonces se enseñó a once estorninos adultos a distinguir entre ambos tipos. Este fue un proceso largo y bastante tedioso que duró varios meses y varias decenas de miles de intentos. Enseñaban a los estorninos dándoles comida si picaban en un botón cuando la “frase” era anidada, o si picaban en otro botón diferente cuando la “frase” no era anidada. Si daban en el botón equivocado no recibían su ración.

Para asegurarse de que no se trataba simplemente de que se habían aprendido de memoria las “frases”, crearon nuevas “frases” anidadas y no anidadas. Nueve de los once estorninos aprendieron con éxito la abstracción de una frase anidada (como las del estilo indirecto), frente a una no anidada. Alargando las frases tuvieron igualmente éxito; los estorninos habían asimilado la idea, por encima del mensaje y su longitud.

Gentner recuerda en el estudio de su equipo que el lenguaje humano es rico en cualidades de abstracción que hasta ahora se consideran lejanas en otras formas de comunicación (como la animal), pero que puede ser cuestión de tiempo de muchas de ellas caigan, una tras otra, de su exclusividad.



lunes, mayo 01, 2006

Sentencia en clave

Dan Brown tiene entre sus logros el escribir bestsellers como churros, escandalizar a la Curia Romana y herir el orgullo de los españoles por nuestra querida España de los noventa, que no estaba tan mal como él cuenta en su último libro. Entre los que han querido aprovechar su éxito se encuentran los autores del libro "Holy Blood, Holy Grail", que lo demandaron por plagio. El sistema judicial británico se hizo cargo del caso, que no hace mucho quedó sentenciado a favor del famoso escritor.
Pero hay otro logro del señor Brown que ha sido clave para la historia que les cuento a continuación: una legión de apasionados por su literatura que se pasean por el mundo mirando con lupa allí donde creen que puede haber algo oculto, un código, una mueca en la cara de Jacobo, hijo de Alfeo, antes de llevarse a la boca el pan en el cuadro de “La Última Cena”. Y cómo no, a manos de algunos de estos señores llegó la sentencia del juicio de plagio contra Dan Brown.
Hasta aquí todo bien, pero ya en la página cinco del auto (la primera después del índice) nos ponemos a leer y encontramos la palabra “claimants” (demandantes) con la “s” escrita en cursiva. Bueno, incluso los jueces pueden equivocarse (lo sabemos bien), si no fuera porque seguimos leyendo y vuelve a aparecer otra vez “claimants” pero esta vez con la “m” en cursiva. Una cursiva en medio de una palabra ya es algo más raro. Inmediatamente se despierta el instinto arácnido de todo criptógrafo que se precie, y se sigue leyendo en busca de más letras en cursiva. En efecto, encontramos “is that” con la “i” y la “t” en cursiva. Luego “his” con la “h” y finalmente “reality” con la “y”. Si las juntamos todas nos sale la palabra “smithy”. Más adelante aparecen las letras “c”, “o”, “d” y “e”. El juez que escribió el documento se apellida Smith, pero parece que él también es un apasionado de la criptografía, así que decidió incluir en la sentencia su particular Código Smithy.
Una vez que el magistrado fue reconocido por todos y elevado a los altares del excentricismo, ya sólo quedaba seguir leyendo su documento en busca de más aventuras. Hasta aquí las cursivas formaban un mensaje fácil de leer, pero si seguimos anotando cursivas que aparecen esporádicamente, obtenemos lo siguiente: JAEIEXTOSTGPSACGREAMQWFKADPMQZVZ. Cuando el periódico The Guardian entrevistó al juez sobre el incoherente texto su repuesta fue “Bueno, no parecen erratas, ¿no?”. Por lo tanto no era descabellado pensar que se trataba de un criptograma.
Tras múltiples intentos de romperlo, fue el propio Juez Smith el que acabó por dar la pista definitiva para descifrarlo. Mencionó la página 238 de la versión inglesa del Código Da Vinci, donde se habla de la serie de Fibonacci. Esta sencilla serie se caracteriza por que cada número es la suma de los dos anteriores: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13,...
Se trataba por tanto de crear alfabetos que comenzaran con la letra que corresponde al número de Fibonacci que vaya tocando. Por ejemplo, supongamos que queremos saber qué letra se esconde detrás de la cuarta letra del texto cifrado (que es una “I”). Bien, pues la cuarta posición de la serie de Fibonacci la ocupa el número 3. Por lo tanto, hay que desplazar el alfabeto a la tercera posición (es decir, comenzando por la C), de tal manera que en lugar de ser ABCDE...WXYZ, ahora sería CDEF...XYZAB. Por último se mira qué nueva letra ha ocupado la posición que antes ocupaba la “I” (la novena posición en el alfabeto). Esa posición ahora la ocupa la letra “K”. Pues bien, esa es la letra ya descodificada. ¡Tachán! Y así con todas las demás.
Sólo queda contar que hay una letra trampa que no sale como debía; una pequeña vuelta de tuerca más. El caso es que al final tenemos el mensaje "Jackie Fisher, who are you? Dreadnought" con la coma y la interrogación incluidas por pura coherencia. El mensaje hace alusión a cierto almirante de la Armada Británica que participó a principios del siglo XX en el diseño y desarrollo de un tipo de acorazado llamado Dreadnought, que a su vez proviene de la expresión “dread nought” (no temas a nadie). El Juez Smith simplemente aprovechó su sentencia sobre el Código Da Vinci para hacer un guiño de admiración al antes mencionado militar. Y ya de paso, aprovechando el impacto mediático de su juicio, divertir un poco a los criptoanalistas de medio mundo.

lunes, abril 24, 2006

Sexos frente al periódico

Recuerdo el pasado noviembre lo que ocurrió en mitad de un torneo de cierto deporte de playa en el que tuve ocasión de participar. Había cuatro pistas, y en cada una de ellas cinco jugadores por equipo empleándose a fondo a base de carretones y paradas bruscas. Músculos en tensión y nervios de acero. Todo como debía de ser hasta que el impresionante equipo de sonido que habían montado en la arena comenzó a emitir La Valquiria de Richard Wagner para disfrute de público y jugadores. Inmediatamente destacaron los jugadores que por hacerse los graciosos daban pasos de ballet sobre la arena mientras movían los brazos como si se ajustaran un tutú. Hasta aquí “jaja”, pero lo realmente interesante fue que el ritmo de juego cayó en picado. Los jugadores corrían menos, y se detenían más tiempo. Desde la grada se podía apreciar un cambio en el ambiente. Wagner había calmado a las fieras.
Los medios nos afectan, y mucho; sobre esto ya corren ríos de tinta. ¿Pero sería posible que nosotros, inconscientemente, echáramos mano de los medios para crear nuestro propio ambiente? Científicos de Ohio State University en colaboración con un equipo de Michigan han publicado un experimento que pone esto muy de relieve.
En la prueba participaron 86 estudiantes universitarios. El objetivo era nada menos que conseguir animadversión (lo que en mi pueblo llaman cabreo), y luego comprobar cómo reaccionaban ante un periódico. Pero vamos por partes.
A la mitad de los participantes se les dijo que al final de la prueba podrían evaluar al encuestador y opinar si merecía conservar el trabajo. A la otra mitad no se le dio ninguna posibilidad. Lo primero que se hizo con todos es ponerles durante dos segundos una foto por delante. En la foto siempre aparecía un tipo con cara de póker. Retiraban la foto y le daban a elegir entre seis estados de ánimo para que le asignaran uno al individuo. Esto lo repitieron con veinte fotos, todas con caras neutras.
Una vez que hicieron esto, se les dijo al azar una de las dos siguientes cosas: “Los datos muestran que usted acertó en un 45% y por tanto usted tiene una cierta limitación social” o bien “Los datos muestran que usted acertó en un 15% y por tanto usted es un inepto social”. El objetivo, como no, era tener un grupo de “leve enfado” y otro “bastante enfadado”. Nótese que daba igual lo que contestaron en la parte de las fotos.
Finalmente se les dio a leer un periódico digital que tenía doce artículos de actualidad. Seis de ellos eran de temas positivos (avances médicos, desarrollo...), y los otros seis eran de temas considerados negativos (injusticias sociales, guerras...). Sin embargo sólo tuvieron tiempo para leer unos pocos; los que más les interesaran. El ordenador registraba qué artículos del periódico digital habían elegido.
Los resultados reflejaron un comportamiento muy llamativo, y como en otras ocasiones, tenía que ver con el sexo del sujeto puesto a prueba. Los hombres calificados de ineptos sociales a los que además se les había dado la oportunidad de evaluar al encuestador escogieron artículos negativos y luego hicieron una crítica más dura del encuestador. Sin embargo, las mujeres en la misma situación eligieron artículos positivos que siguieron a una calificación menos dura del encuestador.
Parece, según los investigadores, que los hombres tienden a leer artículos que les permitan mantener la tensión en momentos de enfado, y que incluso pueden conseguir enconarlos más para descargar toda su furia en el momento que tengan oportunidad. Las mujeres, muy al contrario, buscan los artículos más positivos para disipar su enfado y con ello la tensión en un posible futuro enfrentamiento. Sin embargo ambos sexos se comportaron de forma semejante cuando no se les ofreció la oportunidad de vengarse, seleccionando más artículos positivos que negativos.
El corolario de esta experiencia es bien sencillo: los medios nos afectan, pero también nosotros los usamos para que encajen en nuestras situaciones y estados de ánimo. Tenemos pues en nuestra lectura un reflejo de cómo nos encontramos. A ver a qué página pasa usted el periódico ahora...

lunes, abril 17, 2006

Historia de una mancha

Galileo, incansable y tozudo de la verdad científica, apuntaba una tarde de verano de 1612 su telescopio directamente hacia el astro rey. Papiro y pluma en mano dibujaba las manchas que el Sol mostraba. El hecho de que nuestro Sol, a todas luces puro e inmaculado, tuviera manchas (si lo mirabas con más detenimiento) no era más que otra herejía para añadir a la lista que sus perseguidores iban confeccionando. Pero nada más lejos del astrónomo que mostrarse sensacionalista. Galileo quería saber de dónde venían las manchas del Sol y cómo se comportaban. Cada tarde dibujaba la nueva posición y forma de las manchas. Las conclusiones no tardaron en saltar del papel: las manchas viajaban sobre la superficie del Sol en un movimiento de rotación alrededor de un eje físico que lo atravesaba de lado a lado. No era pues muy arriesgado afirmar que, al igual que la Tierra, el Sol gira sobre su propio eje.
Como hacía sus dibujos aproximadamente a la misma hora cada día, el efecto de que las manchas atraviesan la superficie se puede ver pasando rápidamente las hojas que dibujó como en una secuencia de animación. Aquellos que tengáis Internet podéis ver una página dedicada al tema, así como las citadas animaciones en la dirección http://galileo.rice.edu/sci/observations/sunspot_drawings.html
Hoy sabemos que las manchas solares son espectaculares nudos magnéticos alimentados por el dínamo interno del Sol y trasladados por su cinturón de transporte. ¿Y qué es ese cinturón? Me voy a permitir una comparación un poquito burda: sabrá el lector que las corrientes marinas en nuestros océanos son uno de los agentes fundamentales a la hora de determinar el clima en la Tierra (Me remito al artículo publicado en esta sección el pasado 14 de diciembre). Bien, pues el Sol tiene sus propias corrientes que en lugar de estar regidas por las leyes de la hidrodinámica (el movimiento de fluidos), están regidas por las leyes de la electrodinámica (el movimiento de gases de partículas con carga eléctrica). Esas corrientes internas son las conocidas como cinturón de transporte del Sol.
Una mancha es pues una maraña electromagnética que emerge desde el interior del Sol a la superficie impulsada por el dínamo interno. ¿Por qué emerge? Porque el campo electromagnético bloquea el flujo de calor en esa zona, haciendo que la presión y la temperatura sean menores... la mejor comparación que se me ocurre es también la más obvia: una burbuja de aire subiendo hasta la superficie del agua. Durante varias semanas se muestra esplendorosa en la superficie del Sol, y acompaña su giro, tal y como pudo ver Galileo. Su temperatura es por ese entonces de unos cuantos miles de grados, que comparada con el panorama infernal que la rodea es bastante fresquito. Finalmente se desvanece dejando unos restos de campos magnéticos débiles llamados cadáveres. Estos cadáveres hacen un largo viaje hacia los polos magnéticos del Sol a la vez que se van hundiendo en la superficie. Cuando llegan a una profundidad de unos 200000 kilómetros bajo la superficie del Sol vuelven a ser alimentados y amplificados por el dínamo interno, de manera que vuelven a crecer para formar nuevas manchas solares a punto de emerger.
Esta es la vida y milagros de una mancha solar. Pero no piensen que por ser una mancha es digna de menosprecio; muchas de ellas son tan grandes como varios planetas juntos, y por supuesto más grandes que nuestra Tierra. Poca cosa somos en estas escalas.
Imagino que ahora, fascinados por mi prosa, correrán raudos a buscar las manchas en el Sol. Por variar, me permito desanimarlos: en los próximos meses verán pocas o ninguna mancha en el Sol. Desde inicios de 2006 nos encontramos en un periodo llamado ‘el mínimo solar’, pero esa, como muchas, es otra historia.


Modelo de mancha solar

jueves, abril 06, 2006

Pescadores de incautos

Para los que tenemos un trabajo que requiere estar pegados a Internet, la historia que cuento a continuación es pura rutina. Llegamos por la mañana y como si de un acto reflejo se tratara encendemos el ordenador para ver el correo electrónico. Pero, cómo no, tenemos que filtrar las cartas que van dirigidas realmente a nosotros en medio de un montón de cartas de lo más diversas y que día tras día acaban por convertirse en un verdadero incordio. Se trata del conocido SPAM o correo no deseado, que en España quedó oficialmente ilegalizado en la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico, publicada en el BOE del 12 de Julio de 2002.
Para llegar a este punto de repetido incordio matutino algo tendremos que haber hecho mal. En efecto, tiempo ha que un incauto (probablemente yo) registró el correo electrónico de mi empresa en el formulario web de alguna empresa de dudosa moral, que a su vez vendió los datos a algún adocenado SPAMMER (el que manda los correos ilegales) que se dedica a alegrarnos cada mañana con cartas falsas procedentes de Nigeria y ofertas de Viagra por Internet.
Las cartas de Nigeria son por excelencia el timo del tocomocho en Internet. Cada una de ellas es larga y elaborada. El remitente suele ser algún familiar de un empresario del petróleo, o incluso un político. A nosotros nos suele escribir el mismísimo Charles Taylor, ex-presidente de Liberia requerido por La Haya por crímenes de guerra (¡qué honor!). Bueno, pues el tipo que escribe en nombre de Charles Taylor nos dice que tiene una cuenta con ‘nosecuantos’ millones de dólares, y que busca un inversor europeo a quien transferirle el dinero para que lo administre. La víctima que contesta a semejante propuesta es animada a enviar una cantidad inicial a una cuenta para los primeros trámites, y una vez hecho se acabó la historia. Charles Taylor desaparece, y el dinero de la víctima también.
Si bien el tráfico de virus informáticos a través del correo electrónico ha disminuido, no podemos decir lo mismo de la sustracción de identidad o Phishing, que actualmente se encuentra en la cresta de la ola de los timos. También suele llegar en forma de correos electrónicos, pero en esta ocasión el mensaje intenta emular la imagen corporativa de algún banco o entidad financiera conocida. Te cuentan que tu clave de acceso al banco ha sido suspendida por razones de seguridad, y que por favor rellenes cierta página web con tu clave para reactivarla. Por supuesto, la página web donde rellenas tus datos personales y tu clave también tiene la imagen corporativa del banco que intentan emular. Es fácil imaginar las consecuencias de rellenar dicho formulario. Los ladrones de identidad lanzan su anzuelo sin necesidad de saber si el banco que emulan es el tuyo o no. De unos cuantos miles de correos, tal vez unos cientos vayan dirigidos a gente que da la casualidad que son clientes del banco que emulan. Y puede que de esos cientos alguno caiga en la trampa. El año pasado se registraron en España unos 300 casos de mordedura de anzuelo. Aunque son los norteamericanos los están a la cabeza en lo que a ingenuidad se refiere (también son los que más ataques reciben). La última moda es emular no sólo a bancos, sino a instituciones del gobierno regional y nacional; digno de un artesano (con perdón de los artesanos).
Aprovecho el cierre de esta semana para hacer un llamamiento a todos aquellos aficionados a las cartas en cadena. Si os sorprende que recibáis tanto correo basura, ya os he dicho la causa. Las cartas en cadena son el medio más habitual para coleccionar direcciones de e-mail activas y enviarles SPAM. Incluso esas presentaciones tan bonitas en Powerpoint son a veces ganchos para que vuestra dirección de e-mail circule en alguna cadena. Y no, no os van a cerrar urgentemente la cuenta de Hotmail si no enviáis 18 e-mails. Tampoco va a llegar ningún e-mail con el título “Torturas de la dictadura Argentina” que contenga virus. Todos estos son globos sonda de los SPAMMERS para que de envío en envío se vayan acumulando direcciones que correo electrónico que eventualmente vuelven a ellos y pueden utilizar de forma ilegal. Afinemos esa picaresca que tanto nos caracteriza. No dejemos que nos engañen; el 90% es cuestión de sentido común.

domingo, marzo 26, 2006

Oferta: cementerio nuclear

Los plazos vencen, y con la misma fuerza vencen las necesidades impuestas. Todavía en la primera legislatura del PP, el entonces presidente Aznar decía rotundo en el parlamento: “Centrales nucleares no”. Me pregunto qué informaciones tendría el estadista en aquel momento para prometer algo que ni él ni ningún otro gobierno será capaz de cumplir en bastantes generaciones por venir. Centrales nucleares no puede ser como mucho un deseo de buena voluntad, pero ni en el mejor de los casos tendremos la inversión suficiente para cubrir la tercera parte de lo que aportan a base de energías renovables. Así de alta es su rentabilidad, guste o no. Y de momento no hay ni por asomo una alternativa viable, no sólo desde el punto de vista tecnológico, sino también desde el político relativo a reparto de fondos. En la concienciada Eurocámara ya hace tiempo que comprenden esto muy bien.
Después está el asunto de la seguridad y los residuos, de los que ya diserté hace como año y pico, y que la actualidad vuelve a poner sobre la mesa. En mayo se abrirá el plazo para que todas las poblaciones españolas que lo deseen presenten sus candidaturas para albergar el futuro cementerio nuclear. Las instalaciones podrán dar unos 1500 puestos de trabajo indirectos a los locales en cuestión, pero lo más suculento es que el municipio elegido recibirá subvenciones (12 millones de euros al año, y 18 millones desde 2030) en concepto del riesgo que puede suponer tener cerca de su población semejante infraestructura.
España dispone de un único almacén nuclear situado en El Cabril (Córdoba). El problema es que su diseño le permite albergar únicamente residuos de baja y media actividad. Por tanto los residuos generados por las centrales nucleares españolas quedan fuera de su jurisdicción. A fecha de hoy sólo la central nuclear de Trillo (Guadalajara) dispone de un almacén temporal individual (ATI), que también tendrán en los próximos años las centrales de Zorita (Guadalajara), Cofrentes (Valencia) y Ascó (Tarragona).
El nuevo cementerio también es de carácter temporal (100 años), y espera centralizar un total de 6700 toneladas de residuos provenientes de todas las centrales nucleares de España. También es la solución a un préstamo que tiene fecha de caducidad: los británicos nos devolverán en 2011 sin condiciones el uranio (100 toneladas) y el plutonio (600Kg) que les pedimos que nos guardaran en sus almacenes de alta actividad mientras nosotros nos construíamos uno propio. Con los franceses tenemos un acuerdo semejante (12 metros cúbicos de residuos de alta actividad, y 650 de baja) con fecha de devolución en 2010. Estos últimos, en caso de no llevarnos los residuos en el plazo fijado, nos empezarían a cobrar en concepto de espacio en sus almacenes hasta 50000 euros por día. El gobierno español no quiere verse sometido a semejante cuota y el parlamento ya ha ordenado que la construcción del nuevo cementerio debe comenzar en 2007 como mucho. Enresa hasta el momento está cumpliendo con los plazos.
El proyecto tiene también como objetivo el evitar que se tengan que construir 8 ATIs (uno por cada central española) con la consiguiente dispersión de residuos y el gasto en seguridad que ello supone.
La ubicación no requiere condiciones especiales; puede estar en la costa o en el interior. La novedad en este caso es que la población seleccionada habrá elegido albergar el almacén por voluntad propia y no por imposición como ocurrió con las centrales nucleares. Algún municipio de Guadalajara parecía interesado en los últimos meses, pero siguen apareciendo informaciones encontradas sobre si realmente es así. Con la apertura del plazo se verá si hay más interesados.


Almacén nuclear de El Cabril (Córdoba)

lunes, marzo 20, 2006

Pi

El Rey Salomón acababa de terminar el Templo cuando se dispuso a construir un palacio para él y su corte. Tardó trece años en construirlo, y la Biblia cuenta con bastante lujo de detalles cómo llevó acabo su proyecto. Los pórticos, las columnas, los capiteles, las fuentes... pero hay un elemento en particular que es de interés matemático. Dice así el texto sagrado:
“Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos” (1 Reyes 7:23)
Este “mar” al que se está refiriendo el texto es un monumental cuenco de bronce parecido al que vemos en la imagen. La altura, 5 codos, es el único dato que no nos interesa. Lo demás sí:
1. Es “perfectamente redondo” (una circunferencia).
2. Tiene “diez codos de un lado al otro” (diámetro = 10 codos)
3. “Lo ceñía un cordón de treinta codos” (longitud de la circunferencia = 30 codos)
Recordemos que el número pi se obtiene de dividir la longitud de la circunferencia entre el diámetro. En este caso pi = 30/10 = 3. Sin decimales, 3 es una aproximación bastante burda si la comparamos con la retahíla de 3,141592... que todos conocemos de la primaria. Pero para el tiempo de Salomón (sobre el 950 a.C), y en sintonía con su aclamada sabiduría, era una medición exquisita.
Sin embargo no era la primera medición expresa del misterioso número. Los Egipcios dieron con un valor de 25/8 = 3,125. No está nada mal. Los Mesopotámicos asemejaron pi al valor de la raíz cuadrada de 10, que es 3,162. La historia de cómo llegaron a esta comparación sobrepasa el presente artículo, pero es bien interesante.
En defensa de los peritos de Salomón cabe decir que la “perfecta redondez” de semejante chisme probablemente no era tan fácil de conseguir. También hay quien defiende que el cuenco tenía un borde grueso de forma que el diámetro se midió para el borde interior, mientras que la longitud de la circunferencia se midió para el borde exterior, dando el dando el error de pi que observamos.
En cualquier caso fue el comienzo de una serie de aproximaciones a pi seguidas por la primera aproximación teórica (de Arquímedes), luego Ptolomeo, el chino Zu Chongzhi, los árabes al-Khwarizmi y al-Kashi, y seguida finalmente por numerosos europeos del Renacimiento y la Ilustración que consiguieron aproximadamente los primeros 500 dígitos de pi.
Hoy en día los ordenadores se han convertido en herramienta fundamental para el cálculo de pi. Se han calculado con éxito un total de 51000 millones de decimales. Sin embargo el afamado número sigue sin querer contarnos todos sus secretos, a la vez que nos plantea nuevas incógnitas.
Cada 14 de Marzo (3/14 según el calendario sajón) se celebra el día de pi. Para los más frikis (neologismo que galopante se abre paso entre nosotros, y que denota a los fanáticos de aficiones no destructivas pero sí extravagantes) no sólo se celebra el día, sino el momento de pi: El 14 de Marzo a la 1 de la mañana, 59 minutos y 26 segundos, que todo junto nos da 3,1415926.
Rarezas aparte, estamos ante un estudio de milenios de edad que todavía sigue sorprendiéndonos, y que hemos conseguido relacionar con muchas disciplinas. Peter Borwein lo resume de forma magistral: “Hay una belleza en pi que nos hace seguir mirándolo... Los dígitos de pi son extremadamente aleatorios. No tienen ningún patrón, y en matemáticas eso es lo mismo que decir que tiene todos los patrones”. Por eso precisamente es tan fascinante.

martes, marzo 14, 2006

Código Enigma

Con la puesta de sol, todas las ventanas de Bletchley Park se cierran. Se bajan las persianas y se echan los visillos. Es 1942 y nada es suficiente para asegurar que el servicio de inteligencia de Hitler no detectará esta hermosa mansión de la campiña inglesa como el importante centro de criptografía que realmente es.

El tracateo de toda la maquinaria del sistema Colossus queda intramuros, y en el exterior se mezclan los ruidos de la noche con el motor de algún vehículo militar avanzando en ralentí con las luces apagadas. El equipo de Alan Turing trabaja a contrarreloj para perfeccionar Colossus y así romper el código alemán conocido como Enigma. Nombre muy apropiado para el sistema de encriptación de mensajes que utilizó la Alemania nazi durante casi toda la Segunda Guerra Mundial.

Los mensajes se transmiten por radio y son accesibles para ambos bandos. Parten de centros de mando, barcos, aviones, submarinos, posiciones avanzadas... Toda esa información es esencial para ir siempre un paso por delante en la guerra. Por ello ambos bandos necesitan un código que encripte adecuadamente los mensajes.

Los alemanes, como ya mencioné antes, idearon la máquina Enigma, que en la imagen podemos ver ya muy refinada. Lo primero que llama la atención es el teclado típico de cualquier máquina de escribir. Ahí es donde se escribe el mensaje en el leguaje normal que todos entendemos. Un sistema de cables colocados en un lateral de la máquina hace que las letras del mensaje se permuten por parejas. Es decir, que por ejemplo la letra “a” se cambie por la “i”, y viceversa. Ese cableado se cambia cada día según un convenio que sólo conocen los técnicos de telecomunicación del ejército alemán. Luego, esa letra ya cambiada pasa al sistema de 4 rotores que vemos en la parte superior de la máquina. Cada letra tiene un número asignado, y ese número hace girar los rotores de manera que los rotores anteriores siempre van cambiando la posición de los posteriores. El resultado es que la letra inicial vuelve a cambiar, y esta vez 4, 3, 2 y 1 vez por rotor. Enigma consigue por tanto una auténtica sopa de letras aparentemente aleatorias con una probabilidad de 1 entre 2·10­­45 de dar con la letra correcta. Un hueso duro de roer, aunque no lo suficiente si tenemos en cuenta que los ingleses (con la inestimable ayuda de matemáticos polacos) lograron romperlo. Particularmente el Enigma de 4 rotores fue roto justo el día antes del Desembarco de Normandía, facilitando así información de vital importancia para dicha operación.

Los trabajos de Alan Turing y su equipo tuvieron como consecuencia colateral un gran avance en lo que a computación y tecnología informática se refiere. Como en otras ocasiones, el reconocimiento llegó demasiado tarde (30 años después) con la correspondiente desclasificación documental del gobierno británico.

El mes pasado se consiguió descifrar uno de los 3 códigos Enigma que se resistían desde la Segunda Guerra Mundial. El mensaje interceptado decía así: nczwvusxpnyminhzxmqxsfwxwlkjahshnmcoccakuqpmkcsm
hkseinjusblkiosxckubhmllxcsjusrrdvkohulxwccbgvliyxeoahx
rhkkfvdrewezlxobafgyujqukgrtvukameurbveksuhhvoyhabcj
wmaklfklmyfvnrizrvvrtkofdanjmolbgffleoprgtflvrhowopbekv
wmuqfmpwparmfhagkxiibg

La interpretación conseguida por el Proyecto-m4 y traducida al español reza:

De Looks: Señal de radio 1132/19. Contenido: Forzados a sumergirnos durante ataque, cargas de profundidad. Última localización enemiga: 8:30h, Marqu AJ 9863, 220 grados, 8 millas náuticas. [Estoy] siguiendo [al enemigo]. [El barómetro] cae 14 milibares. NNO 4, visibilidad 10.



lunes, febrero 27, 2006

Satélites españoles

La semana pasada, la compañía Arianespace confirmaba la fecha de lanzamiento del Ariane 5 ECA desde su Centro Espacial en la Guayana Francesa, para el 24 de Febrero a las 23:11h, hora española. A bordo del Ariane 5 esperaban los satélites ‘Spainsat’ y ‘Hot Bird 7A’. El lanzamiento estaba inicialmente previsto para dos días antes, pero fue atrasado al detectarse un fallo en una de las resistencias de la plataforma de lanzamiento, y posteriormente en uno de los giróscopos del cohete. Las piezas fueron sustituidas sin mayores contratiempos.
Testigo española del lanzamiento fue la presidenta de Hisdesat, Petra Mateos-Aparicio, mientras que una delegación española con el ministro José Bono como máximo representante monitorizó el lanzamiento desde la base de Torrejón en Madrid.
‘Spainsat’ tenía previsto un viaje de 28 minutos y 7 segundos acoplado al Ariane. Pasado ese tiempo debía soltarse, desplegar sus alas y encender motores hasta colocarse en órbita a unos 30 grados latitud oeste. Cinco minutos después hará lo propio el ‘Hot Bird 7A’.
El camino de ‘Spainsat’ desde su construcción hasta su puesta en órbita ha sido largo y doloroso. La multinacional norteamericana Loral se hizo cargo del proyecto en un momento no muy favorable para ellos económicamente hablando. En diciembre de 2003, poco después de terminar la construcción del satélite, fue llevado sometido a diversas pruebas en la factoría de Boeing, con tal mala suerte que uno de sus amarres se soltó, precipitándose el satélite contra el suelo y causando numerosos daños que han redundado en 3 años de retraso para su lanzamiento. La puesta en órbita de ‘Spainsat’ supone la culminación del programa de comunicaciones gubernamentales seguras, que se inició hace poco más de un año con el lanzamiento del ‘Xtar Eur’, que actúa como reserva redundante por si se da el caso de que ‘Spainsat’ falle. Dicho mal y pronto, por “comunicaciones gubernamentales seguras” no nos estamos refiriendo teléfonos rojos como los de la Guerra Fría, sino al dispositivo de telecomunicaciones de las Fuerzas Armadas Españolas cuando se encuentra de misión en el extranjero. El precio total para poner en marcha esta infraestructura asciende a 415 millones de euros. El despliegue alcanza 2/3 de la superficie terrestre. En la imagen podemos ver las zonas que cubren ‘Spainsat’ y ‘Xtar Eur’ en amarillo y azul respectivamente.
Sin embargo, los satélites españoles con propósitos militares son la minoría (aunque llegado el caso, probablemente cualquier satélite podría ser usado con propósitos militares). A la cabeza de los satélites españoles de telecomunicaciones se encuentran ‘Hispasat 1C’, ‘Hispasat 1D’ y el satélite de telecomunicaciones para las Américas: ‘Amazonas’. Esta flota sustituye a los ‘1A’ y ‘1B’ y busca cubrir el creciente mercado de las telecomunicaciones civiles con perspectivas de al menos una década.
Con todo, los satélites meteorológicos son probablemente los más conocidos por el público en general. En la punta de esta flota se encuentran el archiconocido Meteosat de Segunda Generación (MSG) y el Eumetsat Polar System (EPS). Este último supone una estrecha colaboración con los norteamericanos en lo que a climatología se refiere.


Cobertura de 'Spainsat' y 'Xtar Eur'

lunes, febrero 20, 2006

Recuerdos robados

El cúmulo de experiencias vividas por cada uno de nosotros define profundamente nuestra forma de comportarnos. Desde cierto punto de vista, podemos decir que somos lo que recordamos, lo que aprendemos. Todos tenemos una lista de momentos estelares que marcaron o cambiaron nuestras vidas. En esta línea, la llamada “experiencia” no es más que un meticuloso procesado de recuerdos que da como resultado enseñanzas y precauciones para andar por este mundo.
Pero, ¿cuántos de esos recuerdos que hacemos propios son realmente nuestros? Equipos de investigación de Duke University en Durham y la Universidad de Canterbury en Christchurch llevan 5 años publicando trabajos que muestran que hay una cantidad considerable de recuerdos que asumimos como propios, pero que en realidad pertenecen a otros. El tema se nota particularmente en los hermanos gemelos, pero también afecta a hermanos corrientes, parientes o amigos cercanos.
El asunto podría ser simplemente anecdótico, si no fuera porque existen situaciones en las que es importante que tengamos las ideas lo bastante claras (véase, declarando en un juicio). Pero la cosa no queda ahí; los estudios publicados hasta la fecha muestran que, sin maldad por parte del sujeto, los recuerdos parecen organizarse de forma tendenciosa.
Vayamos por partes. En 2001 se publicó un trabajo que extraía conclusiones de las conversaciones tenidas con 20 parejas de hermanos gemelos del mismo sexo. En dichas charlas se destaparon un total de 36 disputas por recuerdos concretos, y sólo 15 de ellas habían sido discutidas con anterioridad por los gemelos involucrados. Las otras 21 salieron a la luz durante esas sesiones para sorpresa de los participantes.
Mercedes Sheen, perteneciente al grupo de investigación de Canterbury, tiene una hermana gemela, y cuenta una experiencia de este tipo: “Mi hermana y yo tenemos una disputa relativa a un primer beso en un campamento de verano cuando teníamos 12 años. El chico en cuestión era el ‘guaperas’ del campamento, y aunque las dos creemos con fuerza que estábamos allí, el suceso (esperamos) lo vivió sólo una de nosotras”.
En otro estudio se entrevistaron a 69 personas cercanas entre sí. Seis de ellos mostraron disputas por recuerdos: la mitad con algún hermano y la otra mitad con algún amigo.
Juntando las disputas por recuerdos de varios estudios, se pudo ver también que en la mayoría de los casos los participantes se atribuyen los recuerdos a sí mismos. Pero también se dieron situaciones en las que ambos reclamaban que el recuerdo en cuestión pertenecía a su hermano o amigo y no a sí mismo. De este estudio se pudo extraer el tendencioso patrón que antes mencioné:
En primer lugar predominan los recuerdos de errores y situaciones de mala suerte antes que los de éxito y valentía. Además se puede apreciar claramente en los resultados que son las mujeres las que más disputas de recuerdos tienen. La razón de esto, según los investigadores es que “las mujeres comparten más recuerdos que los hombres”.
Por otro lado, es más frecuente reclamar para uno mismo los recuerdos buenos (cosa que ocurrió en 17 de los 18 casos), mientras que los malos se resisten a ser reconocidos (28 de 43 malos recuerdos).
En esta misma línea, uno de los últimos trabajos, publicado en 2004, mostraba con más claridad una tendencia a atribuir los éxitos directamente a nosotros mismos, mientras que los errores se debían en general a “causas externas”. También se ponía de manifiesto que los recuerdos negativos suelen ser olvidados con mayor facilidad. El ya conocido mecanismo de defensa de la psique para ayudarnos a sobrellevar las cargas del pasado.

sábado, febrero 04, 2006

El traje satélite

El experimento-noticia de esta semana viene una vez más de manos de la NASA. Y de nuevo nos invitaba a todos los aficionados de las ondas a participar. El nombre del proyecto: SuitSat. La idea viene del equipo ruso liderado Sergey Samburov, responsable de parte de los trabajos y el funcionamiento de la Estación Espacial Internacional.
En este caso se trataba de reutilizar algunos trajes espaciales, como satélites en órbita. El primer traje que han lanzado por la borda es un Orlan ruso. Lo han equipado con 3 baterías, un radiotransmisor y un sensor interno que mide tanto la temperatura del traje como la carga de la batería. Para ahorrar energía, se decidió que el sistema de control de temperatura del traje quedaría desactivado. Este sistema es esencial cuando es un humano el que ocupa el traje, ya que puede salvarle la vida en caso de una fuerte caída de temperaturas.
De vuelta en la Tierra, se hizo la correspondiente publicidad el experimento para que participaran centros educativos y científicos amateurs de todo el mundo. Basta con ser el feliz propietario de una emisora como las de la policía, Radio-Taxi o un "walkie-talkie" para poder recibir la señal emitida por SuitSat. La frecuencia que hay que sintonizar es 145.990 MHZ FM, y listo.
SuitSat emite información digital que sirve para reconstruir una imagen además de una serie de “palabras especiales” en analógico para aquellos que no tienen más que sus oídos pegados al altavoz de la emisora. Cualquier persona que reciba la imagen, o las palabras desde España, puede remitirlas a la siguiente dirección:
F1MOJ - Mr CANDEBAT Christophe
SuitSat Europe QSL Manager 7
Rue Roger Bernard 30470
AIMARGUES FRANCE.
En respuesta, recibirá un certificado con una mención especial por haber logrado captar la señal del traje errante.
El pasado día 3 de Febrero fue la fecha en la que Valery Tokarev y Bill McArthur, actuales inquilinos de la Estación Espacial Internacional, lanzaron el traje en medio de unas largas maniobras para reparar y poner a punto su poco ortodoxo hogar.
Mientras escribo estas líneas, SuitSat lleva 15 horas y 55 minutos en órbita. Su progreso puede ser seguido en la web http://suitsat.org/
Sin embargo las noticias que nos llegan son de una cierta decepción en esta primera intentona. La página web nos muestra informes de radioaficionados de todo el mundo que, simplemente, no reciben nada. “No hay señal”, “No se oye nada”, “Nada en Croacia”, “Nada desde Frankfurt”, dicen los participantes. Unos 5 participantes dicen haber recibido algo. Parece que se ha podido confirmar que en Japón llegó una débil señal. Pero a las 10 horas y media era la misma NASA la que confirmaba que SuitSat se había quedado rápidamente sin baterías. Tal vez se han congelado. Tal vez hubiera merecido la pena dejar activado el control de temperatura del traje. Lo mejor de estos errores es la cantidad de cosas que se aprenden de un golpe.
La página web también hace un seguimiento en tiempo real de SuitSat. Mientras escribo, por ejemplo, está sobrevolando Canadá, y la va a atravesar de lado a lado en unos 10 minutos.
Por si le diera por resucitar, podemos seguir con las emisoras puestas. Estará en órbita unas 6 semanas antes de que tome contacto con la atmósfera terrestre y se desintegre.
La primera experiencia ha sido fallida, pero es una de muchas que están por venir. Y tiene ingredientes que la hacen merecedora de repetirse: barata, reutilizando material, y con gente de todos los rincones de la Tierra como potenciales participantes.


Traje Orlan

sábado, enero 28, 2006

El misterioso polvo lunar

El presidente Bush pone fechas a los próximos proyectos de colonización espacial, y resulta emocionante imaginar que todo eso vaya a ocurrir tan pronto. En 2015 fijan el comienzo de la colonización lunar, y para antes de 2020 esperan tener una base lunar permanente. Y lo más llamativo, la primera misión tripulada a Marte para antes de 2030.
Así que hay que cuidar todos los detalles, que esta vez vamos a la Luna para quedarnos. Un pequeño-gran detalle de la misión a la Luna es el asunto del polvo lunar. Y que dicho polvo sea problemático es en sí un gran problema, ya que es casi lo único que encontramos en la superficie de la Luna.
Ya quedó recogido en los informes de las misiones lunares de 1969 a 1972 que el polvo lunar tenía la propiedad de ser, digamos, incómodamente pegajoso. Más incluso que cuando sales del agua en la playa y se te pega la arena por todas partes. Las misiones Apolo de aquella época pudieron hacer poco para evitar que el polvo impregnara todos sus instrumentos de trabajo, así como los trajes espaciales. Todo fue llevado allí de un blanco reluciente, que reflejaba casi toda la luz que incidía. Pero al verse impregnado de ese polvo grisáceo, ya no se reflejaba tanta luz, y el resultado era que la maquinaria se recalentaba, con la evidente problemática que eso conlleva.
En efecto, lo que le sucede al polvo lunar es que está cargado de electricidad estática, la misma que nosotros conseguimos frotando el bolígrafo contra la manga de nuestra camisa, que atrae papelitos pequeños. Pero en este caso, ¿qué cosa “frota” al polvo lunar para que se cargue eléctricamente? Pues nada menos que los rayos ultravioletas del Sol, que barren con eficacia la capa de electrones que hay sobre la superficie lunar. Al arrasar con los electrones (que tienen carga negativa), el polvo lunar queda cargado positivamente. Como todas las motas tienen carga positiva, se repelen entre sí. El resultado es que la fina capa de polvo exterior sale disparada hacia arriba con bastante fuerza formando un arco de polvo que se eleva a kilómetros por encima de la superficie de la Luna. Bonito de imaginar, ¿eh?
Polvo con electricidad estática cayendo desde el cielo y elevándose desde el suelo. ¿Hasta que punto este factor puede ser negativo para futuras misiones? El equipo de Mian Abbas ha tomado las muestras de polvo lunar que se consiguieron en las misiones Apolo, y las está estudiando mota a mota. Cada mota de polvo les da para unos 10 días de investigación. Lo que hacen es meterla en una cámara de vacío de manera que la ausencia de aire da a la mota un comportamiento semejante al que tenía en la Luna. La mota ya está levemente cargada cuando entra en la cámara, así que la dejan suspendida en medio del vacío por medio de campos magnéticos. Luego hacen incidir un láser ultravioleta sobre la mota, para ver si se carga positivamente (igual que los rayos del Sol hacen sobre el polvo en la Luna).
Los resultados hasta la fecha rompen algunos modelos teóricos sobre el tema. En primer lugar se ha podido observar que la luz ultravioleta carga eléctricamente el polvo lunar hasta 10 veces más de lo esperado. También se ha podido ver que las motas mayores se cargan más que las menores, al contrario de lo que se predecía. Todavía se desconocen las razones de este comportamiento.
La teoría también predice una “lluvia” de electrones en la “noche lunar”, que carga negativamente el polvo. Las misiones Apolo sólo estaban en la Luna durante el “día lunar”, pero una estación permanente estará día y noche. Así que la segunda parte del estudio de Abbas será bombardear el polvo lunar con electrones, para predecir cómo se comportaría en la noche lunar. Cualquier detalle en este sentido puede ser muy relevante.


Fuente: Ciencia@NASA

domingo, enero 22, 2006

Computación en red

Este es un concepto que tiene ya muchos años de rodaje, pero que últimamente se ha vuelto a poner de moda. La computación en red es idónea para cierto tipo de problemas científicos de gran envergadura. Su filosofía básica es que hay ciertos fenómenos naturales tremendamente complicados en su conjunto, pero que se pueden trocear y repartir entre ordenadores de todo el mundo para que cada uno de ellos por separado haga una pequeña parte de los cálculos del proyecto en cuestión.
Con la llegada de Internet, no tardaron en surgir empresas de investigación que desarrollaron un tipo de programas pensados para que el usuario de a pie los pudiera descargar de Internet, y a través de ellos ir recibiendo y calculando trozos de un proyecto determinado.
Uno de los más antiguos, y probablemente el más famoso de ellos, es el proyecto SETI@home. Las siglas de SETI en español vienen a ser “Búsqueda de inteligencia extraterrestre”. Básicamente consiste en hacer un análisis espectral de todas las señales electromagnéticas que recibe el Radio Telescopio Arecibo, situado en el noroeste de Puerto Rico. La mayoría de las señales recibidas por este telescopio son ecos de nuestras propias retransmisiones de televisión y radio en la ionosfera, o bien la famosa radiación de fondo, que básicamente es el ruido electromagnético que nos llega desde los límites del universo, y que nos da una idea de cómo era en sus comienzos. El feliz propietario de un ordenador con Internet entra en la página web de SETI, y se baja su programita. Entonces el programita se pone directamente en contacto con SETI, y le pide trabajo para hacer. SETI le envía un paquete de señales recibidas por el telescopio de Puerto Rico, en un día determinado, a una hora determinada, y en un rango de frecuencias determinado. El ordenador guarda esta información, y el programa SETI aguarda pacientemente a que el propietario se vaya a merendar o al baño, dejando el ordenador encendido. Cuando esto sucede, el programa percibe que no hay actividad en el ordenador, y se pone a usar su microprocesador como central de cálculo. Cuando el sujeto vuelve de hacer sus menesteres, y toca el ratón o una tecla, el programa de SETI se da cuenta y deja de hacer cálculos, para que haya total disponibilidad para los asuntos del usuario. Así, trocito a trocito, va haciendo un filtrado preliminar de esas señales electromagnéticas, separando las que podrían venir de seres inteligentes en el espacio de todas las demás. Muy rara vez se encuentra un trozo de señal candidato a ser una emisión de otros mundos, y de momento las segundas comprobaciones con más detalle han eliminado todos estos candidatos.
En la misma línea de trabajo, existen programas de lo más variado para que podamos ayudar a resolver grandes cuestiones de la ciencia.
Stardust@home pretende estudiar los materiales que la sonda Stardust, recién aterrizada la semana pasada, nos ha traído de su vuelo en la cola de un cometa.
Climateprediction.net realiza miles de simulaciones a gran escala sobre los efectos de la emisión de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera, y sus resultados no son nada halagüeños.
Einstein@home analiza datos del efecto que los pulsars tienen sobre la gravedad. Un fenómeno todavía muy desconocido para nosotros.
Predictor@home estudia con detalle esas marañas diabólicas que son las estructuras proteínicas, con las que pudiera parecer que no tenemos por dónde empezar.
FightAIDS@home se propone anticipar estrategias químicas que sirvan como fármacos y terapias contra el SIDA. Y cómo este hay proyectos para el cáncer, el Alzheimer, las mutaciones genéticas...
Propuestas para el espíritu voluntarioso que tenga ordenador e Internet. Ahí es poco.


Radio Telescopio Arecibo

sábado, enero 14, 2006

Serendipia

Cuenta un anónimo en la lengua de Shakespeare, que existía hace mucho tiempo un reino entre los muchos de oriente, llamado Serendip. Se encontraba este reino en una isla que posteriormente conoceríamos como Ceilán, y a día de hoy como Sri Lanka. La historia de Serendip es, como muchas otras, una elaborada mezcla de ficción y... tal vez más ficción, que se pierde relatos, cartas y cuentos de generaciones pasadas.
De todos ellos tenemos documentada la historia de “Los Tres Príncipes de Serendip”, que eran afortunados no ya por su rancio abolengo, sino por poseer el don de descubrir cosas por casualidad. Y cuando digo casualidad me refiero sobre todo a que las descubrían sin estar buscándolas en primer lugar. Este don no carecía de altas dosis de espíritu observador, y acierto científico; algo que el resto de los mortales solemos adquirir con la ayuda de un buen maestro.
En el siglo XVIII, Horace Walpole quedó fascinado con el relato de Serendip, y puso nombre al don de los príncipes: “Serendipity”. La palabra tuvo buena acogida entre los angloparlantes de este y el otro lado del océano, y pasó a ser de uso común. El 28 de Enero de 1754, Walpole escribe a su tocayo Horace Mann una carta que pone de manifiesto su fascinación por el asunto, y de la que traduzco el siguiente extracto:
“...este descubrimiento es casi de esos que yo llamo serendipity, palabra muy expresiva, que como no tengo nada mejor que contarte, me propongo ahora explicarte: la comprenderás mejor por sus orígenes que por su propia definición. Leí una vez un cuento de hadas llamado Los Tres Príncipes de Serendip: mientras sus altezas viajaban, hacían continuamente descubrimientos, por accidente y sagacidad, de cosas que no iban buscando: por ejemplo, uno de ellos descubría que una mula tuerta del ojo derecho había andado mucho últimamente por el mismo camino, porque la hierba sólo se veía comida en el lado izquierdo, incluso siendo de peor calidad que la de la derecha-- ¿entiendes ahora el significado de serendipity?”
Serendipity ya es una palabra incluida en diccionarios ingleses como el Webster americano, o el John Wiley & Sons. Se ha desarrollado una acepción que tiene más que ver con el comienzo fortuito de algunos romances, y que da título en 2001 a la película “Serendipity”. En castellano, Serendipia o lo que sea, tiene todavía un largo camino hasta ser elevado a los cánones de la Real Academia de la Lengua.
Contemos, en la historia de la ciencia, algunos ejemplos de serendipitiosidad o serendipitiosismo:
Arquímedes en la bañera, experimenta una sensación de reducción en el peso conforme su cuerpo desplaza el agua, que va rebosando por los bordes. El volumen de cuerpo sumergido es igual al volumen de agua desplazada. En la euforia de su hallazgo sale a la carrera desnudo y gritando “¡Eureka!”.
Volta, en su diseño de la primera pila, dio coherencia a los hallazgos serendípicos de Galvani, cuando demostró que se produce corriente eléctrica al poner dos metales dispares en contacto a través de una solución electrolítica.
En pruebas para desarrollar pegamentos más resistentes, uno de los modelos salió especialmente mal, pero más adelante, los diseñadores del archiconocido “Post-it” lo volvieron a sacar del cajón, y tras algunas mejoras dieron con un filón en lo que a material de oficina se refiere. Hoy cuelgan recordatorios de millones de escritorios, y todo por un pegamento que en principio se desechó como inútil.
¿Alguién conoce más casos? No son tremendamente frecuentes, pero a lo largo de siglos tampoco son escasos. Nunca viene mal un pequeño empujón de la suerte, o como dicen algunos, una visita del Espíritu Santo.


Fuente: cienciateca.com

martes, enero 03, 2006

Jugando a Reyes Magos

Ya mismo se nos echa encima el día de Reyes. El capítulo 2 del Evangelio de San Mateo hace implícita asociación entre una profecía sobre el nacimiento de un rey en Israel y la aparición de una brillante estrella en oriente. Parece que desde el punto de vista de la astrofísica hay pocos medios para resolver el tema de si hubo o no un astro brillante en aquel entonces. No disponemos de fechas exactas, y tampoco de una descripción lo bastante precisa. Dentro de las especulaciones está un fenómeno que tenemos como habitual hoy en día: la aparición de una supernova. Varias son las características que hacen que la supernova sea idónea para este caso. En primer lugar, su explosión inicial se ve en nuestros cielos como “la aparición de una estrella brillante”. Además, brilla durante días, o incluso semanas de forma que destaca sobre el fondo de constelaciones a las que estamos habituados. El tema de que los magos la siguieran desde oriente ya es otro cantar, porque evidentemente una supernova no se desplaza de forma visible con respecto a los demás astros, y mucho menos se detiene cuando el resto del cielo sigue en movimiento.
Pero hablar de novas, supernovas y los ciclos de vida de una estrella requiere más espacio del que tengo para hoy, así que voy a dejar únicamente como anotación que los fenómenos conocidos como supernovas no son el nacimiento de una estrella, sino más bien una de sus fases terminales.
De lo que sí quiero hablar es de que existe una forma de anticiparse a la aparición de una supernova. Los Magos de Oriente pronosticaron el nacimiento de un rey a partir de la aparición de un astro. Hoy en día nosotros podemos pronosticar la aparición de una supernova... a partir de los neutrinos.
Tampoco cabe ahora hablar demasiado de los neutrinos, pero contaré lo suficiente para la presente línea argumental. Los neutrinos son partículas subatómicas emitidas en condiciones muy especiales. Son tan sutiles que millones de ellos atraviesan nuestro planeta cada segundo de lado a lado en línea recta; sin inmutarse de que acaban de pasar por el interior de el planeta. Sí, existe la posibilidad de que usted haya sido atravesado por un neutrino, y tan campante. Habitualmente proceden de nuestro Sol, pero también los emiten las centrales nucleares y la radiación cósmica que llega a nuestra atmósfera. A pesar de que hay tantos de un lado para otro resulta muy difícil detectarlos. Los detectores de neutrinos son unos tanques enormes que se ponen bajo tierra y que están llenos de un fluido que reacciona al paso de los neutrinos. Pero suelen detectar uno o dos al día. Demasiado poco. Además no se sabe con seguridad si los detectados proceden del Sol, de alguna galaxia o de alguna central nuclear.
Pero si un día el detector recibe unos 20 o más neutrinos, hay muchas posibilidades de que en las próximas horas seamos testigos de la aparición de una supernova. Los neutrinos proceden de la fase inicial de la explosión de una supernova y llegan antes que la primera luz. Así que rápidamente se ponen todos los telescopios a buscar por el cielo a ver por dónde aparece. De esta forma nos hemos adelantado ya al brillo de varias supernovas. Pero los telescopios más avanzados no alcanzan a cubrir todas las porciones de cielo, y corremos el riesgo de perdernos el comienzo. Para evitar esa posibilidad, y conocer más sobre la explosión de las supernovas el equipo de John Beacom, en la Universidad de Ohio State, busca astrónomos aficionados por todo el mundo en un proyecto en el que se asignan a nivel global trozos del cielo para no perdernos detalle cuando haya aviso de una posible supernova. Hacen falta telescopios un poquito más potentes que lo habitual para un aficionado, pero ya hay mucha gente que los tiene a un nivel aceptable. Juntos podrán sacar mucha más información de estos fenómenos, así como ver algunos que no han sido anticipados por los neutrinos. Un proyecto para buscar, como los Magos de Oriente, los astros más brillantes del firmamento.


Las marcas de la imagen indican la posición de una supernova detectada en julio del año pasado.