Pero hablar de novas, supernovas y los ciclos de vida de una estrella requiere más espacio del que tengo para hoy, así que voy a dejar únicamente como anotación que los fenómenos conocidos como supernovas no son el nacimiento de una estrella, sino más bien una de sus fases terminales.
De lo que sí quiero hablar es de que existe una forma de anticiparse a la aparición de una supernova. Los Magos de Oriente pronosticaron el nacimiento de un rey a partir de la aparición de un astro. Hoy en día nosotros podemos pronosticar la aparición de una supernova... a partir de los neutrinos.
Tampoco cabe ahora hablar demasiado de los neutrinos, pero contaré lo suficiente para la presente línea argumental. Los neutrinos son partículas subatómicas emitidas en condiciones muy especiales. Son tan sutiles que millones de ellos atraviesan nuestro planeta cada segundo de lado a lado en línea recta; sin inmutarse de que acaban de pasar por el interior de el planeta. Sí, existe la posibilidad de que usted haya sido atravesado por un neutrino, y tan campante. Habitualmente proceden de nuestro Sol, pero también los emiten las centrales nucleares y la radiación cósmica que llega a nuestra atmósfera. A pesar de que hay tantos de un lado para otro resulta muy difícil detectarlos. Los detectores de neutrinos son unos tanques enormes que se ponen bajo tierra y que están llenos de un fluido que reacciona al paso de los neutrinos. Pero suelen detectar uno o dos al día. Demasiado poco. Además no se sabe con seguridad si los detectados proceden del Sol, de alguna galaxia o de alguna central nuclear.
Pero si un día el detector recibe unos 20 o más neutrinos, hay muchas posibilidades de que en las próximas horas seamos testigos de la aparición de una supernova. Los neutrinos proceden de la fase inicial de la explosión de una supernova y llegan antes que la primera luz. Así que rápidamente se ponen todos los telescopios a buscar por el cielo a ver por dónde aparece. De esta forma nos hemos adelantado ya al brillo de varias supernovas. Pero los telescopios más avanzados no alcanzan a cubrir todas las porciones de cielo, y corremos el riesgo de perdernos el comienzo. Para evitar esa posibilidad, y conocer más sobre la explosión de las supernovas el equipo de John Beacom, en la Universidad de Ohio State, busca astrónomos aficionados por todo el mundo en un proyecto en el que se asignan a nivel global trozos del cielo para no perdernos detalle cuando haya aviso de una posible supernova. Hacen falta telescopios un poquito más potentes que lo habitual para un aficionado, pero ya hay mucha gente que los tiene a un nivel aceptable. Juntos podrán sacar mucha más información de estos fenómenos, así como ver algunos que no han sido anticipados por los neutrinos. Un proyecto para buscar, como los Magos de Oriente, los astros más brillantes del firmamento.

Las marcas de la imagen indican la posición de una supernova detectada en julio del año pasado.
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