martes, abril 19, 2005

Una misión de cine

El primer gran espectáculo celestial de este verano de 2005 viene de manos de la NASA. La misión tiene nombre de película: Deep Impact (Impacto profundo). El filme en cuestión al que hace alusión este proyecto de la agencia espacial americana es una superproducción de Hollywood de 1998. Un grupo de héroes estadounidenses dan su vida por salvar a la Tierra del impacto de un meteorito que habría acabado con todas las formas de vida, tal y como ocurrió con los dinosaurios en su momento. Salvando los espectaculares efectos especiales, la película tiene un guión bastante simplón y unos argumentos científicos más que discutibles.
En cambio la misión Deep Impact de la NASA es rica tanto en espectáculo como para la investigación. El pasado 12 de enero la lanzaban desde Cabo Cañaveral al espacio. Se trata de un módulo de 1 metro de diámetro y 372 kilogramos de peso que tiene como destino el cometa Tempel I. El módulo se compone de dos partes. Por un lado está el cuerpo central que dispone de dos telescopios de alta precisión, un panel solar, y un propulsor para el periodo inicial. Por otro tenemos una sonda, de la que hablaremos en los siguientes párrafos.
El primer mes en el espacio se dedicó a ajustar la trayectoria y calibrar los elementos de observación. Para ello utilizaron la Luna y Júpiter, que en ese momento se encontraban alineados con la Deep Impact. Los siguientes 4 meses, que incluyen el momento presente, pertenecen a la llamada fase de crucero, en la que la Deep Impact toma rumbo hacia el cometa Tempel I. Este cometa completa una órbita elíptica alrededor del Sol cada 5 años y medio. La penúltima fase de la misión tendrá lugar cuando el cometa se encuentre más cerca del Sol y visible desde la tierra. En este periodo la Deep Impact se dedicará a observar con todo lujo de detalle al Tempel I. Esta fase comenzará a principios de mayo, y terminará el 30 de junio. Sin embargo, los últimos cinco días de la misión (desde el 30 de junio hasta el 4 de julio) serán los más interesantes. La Deep Impact estará en ruta de colisión con el cometa. Esto quiere decir que si no hiciera nada, acabaría chocando con él. Durante estos 5 días se dedicará a ajustar bien la trayectoria para lanzar contra el cometa la sonda antes mencionada. El objetivo de la sonda es hacer un buen cráter en el cometa. Se espera que el cráter tenga desde 10 hasta 200 metros de diámetro, y desde 4, hasta 30 metros de profundidad.
En el mismo instante en que la sonda sea lanzada, el módulo comenzará a modificar su trayectoria para no acabar chocando con el cometa, tal y como se pretende que haga la sonda. Durante el mes de julio, se dedicará a observar el estropicio que haya provocado la sonda. Según sea el tamaño del cráter, y la forma de la nube de partículas que salgan despedidas, se podrá conocer la composición, densidad, porosidad y resistencia de los materiales del cráter. Así mismo se espera que el núcleo del cometa quede en parte al descubierto para su estudio. Todo esto será observado por el módulo, que estará a unos 700 kilómetros de distancia. Los telescopios Hubble y Chandra, que orbitan la tierra, también participarán en la observación.
El patriótico 4 de julio será el día en el que la sonda impacte con el cometa. Ese día el Tempel I será visible desde la Tierra, y si los destrozos son suficientes tal vez sea visible el propio impacto. En un día tradicionalmente de fuegos artificiales en todas las ciudades de Estados Unidos, asistiremos también a los primeros fuegos artificiales fuera de la Tierra. La NASA nos trae un espectáculo que seguro merece la pena no perderse.


Deep Impact

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